KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Se Solicita Novio - Cap. 27

Un rompecabezas de forma irregular.



El aeropuerto se encontraba copado de gente.



La mayoría de las personas se mueven de un lado a otro. Sin prestar más atención que la necesaria a algo que no corresponda a ellos mismos. Y entre esa aglomeración, con una pequeña sonrisa en el rostro YooChun mira a ChangMin.



El menor a su lado camina con tranquilidad, con aquellas gafas que compró antes de que el vuelo hacía Corea despegara, con aquel sombrero que él le había comprado y con aquella extraña seriedad que destilaba a primera vista.





ChangMin le había regalado mucho más de lo que había esperado, abrazar a su padre, besar a su madre, platicar con su hermano era algo que secretamente YooChun había deseado desde hace tanto tiempo. Tener a su familia de regreso era el más hermoso regalo que ChangMin le pudo haber dado.



Y lastimosamente él no podía devolverle aquel regalo de la misma forma.



ChangMin había sido muy claro y especifico, con su mirada divertida y una carcajada amarga que había salido directamente desde su garganta y desde aquella herida profunda y que curiosamente empezaba a subsanar en su interior.



“…Yo sé que tus intenciones son buenas, YooChun. Pero no quiero que sufras una desilusión por culpa de mis padres. Si rara vez ellos me contestan las llamadas, ¿Te imaginan lo que harán con un completo desconocido? No vale la pena intentarlo.”





Entonces ChangMin le había sonreído, esta vez de una manera un poco más suave y ligeramente resignado. Bajando la mirada en un gesto de un niño desamparado que enterneció a YooChun y provocó que sus ganas por besarlo tan solo aumentaran.



Dio un pequeño suspiro, no le importó la aglomeración de gente. Lo mucho que parecían las personas estar atentas a cada uno de sus pasos. Ni que podían haber cámaras, siendo él un escritor reconocido o que Shim era el heredero de una de las más prestigiosas familias de Corea.



Tomó su mano y entrelazó sus dedos.



Con una lentitud casi asombrosa en él, tocando con la palma de su mano la piel del menor, mirando hacia adelante. Sintiendo la mirada de ChangMin sobre él, una sonrisa bailó en sus labios. Y luego decidió mirarlo.



—¿Y eso?

—Quería tomarte de la mano. ¿No puedo?



ChangMin pareció pensar su respuesta. Pero finalmente terminó por apretar el agarre de sus manos y cuando se detuvieron por un momento, para que ChangMin pudiera ajustar la hora en su reloj.



YooChun vio la piel de ChangMin, más específicamente su mejilla. Su piel, que tanto le gustaba. Se acercó con lentitud y besó esa piel en su mejilla. Con sus labios rozando levemente, por apenas un momento que volvió a sorprender a Shim, pero que en esta ocasión fue acompañado por una pequeña risa.



—¿Andas muy cariñoso, no YooChun?

—Te quiero, gracias por todo.



Su voz fue algo susurrante. Cerca del oído de ChangMin, y en esta ocasión él dejó una sonrisa en sus labios acompañado por un suspiró, luego de cerrar los ojos. Cuando retomó el paso, sus manos solo se entrelazaron un poco más.



—…Yo también te quiero, YooChun. Que no lo diga seguido no quiere decir que no lo sienta.













JunSu miró una vez más el collar en sus manos.



Desde el día anterior y no había podido ver a Mir, sus palabras habían muerto de una forma misteriosa en la que ya no podía pensar adecuadamente. Por que difícilmente no podía definir su situación.



Había muchos puntos de vista en los que podía intentar hablar con Mir, pero él se había levantado temprano. Y JunSu ni siquiera había podido decirle un ligero ‘Hola’que convenciera a Mir de que en verdad algo pasaba mutuamente.



Marcó el número del celular de Mir, casi de memoria y espero a que este diera varias tonos, pero igual que las veces anteriores, Mir nunca contestó. JunSu suspiró, dejando el celular sobre la cama y completamente aburrido con la situación.



Contempló una vez más el collar en sus manos, y pensó que de haber respondido de inmediato. No estaría en este punto de contemplación a expensas de que Mir fuera quien se comunicara con él.











HeeChul desde siempre había sido bueno en muchas cosas.



Excepto en la cocina, sencillamente no era su fuerte y desde jóvenes sus conejillos de indias habían sido sus padres. Y saben ellos a la perfección que los farmacéuticos se habían enriquecido gracias a aquellos dolores estomacales que había provocado.



Pero eso había sido en el pasado. Ahora HeeChul tenía la esperanza de que eso hubiera cambiado al menos un poco, aunque luego de aquella época no hubiera vuelto intentar meter manos en la cocina.



Dio un pequeño suspiro, sintiéndose demasiado complicado aún entre el sencillo desayuno que se encontraba preparando en medio de la cocina de Siwon quien todavía dormía dentro de la habitación.



—Buen día.



Los brazos de Siwon rodearon su cintura. Provocándole una sorpresa, no había escuchado sus pasos, y al menos intentaba no hacer ruido hasta que él fuera quien lo despertara, pero Siwon se le había adelantado y ahora depositaba un suave beso en su cuello.



—No es justo, yo quería ser quien te levantara Siwie…

—Puedo fingir que estoy dormido.



HeeChul rió un poco, aún sintiendo el calor abrigador de HeeChul alrededor de su cuerpo. Y sosteniendo las manos del hombre entre las suyas.



—¿Qué preparaste de desayuno? Es más, me intriga. ¿Sabes cocinar?

—¡No seas idiota, Siwon! Y si, hice el desayuno… Pero fue todo un desastre.



Siwon por primera vez contempló el intento de desayuno y sonrió un poco al notar que lo único que aparentemente se veía comestible era el café, y HeeChul con un ligero sonrojo solo apretaba sus manos.



—No importa, por mi está bien el café solamente.



Tomó las tazas con café entre sus manos y HeeChul lo observó mientras se sentaba en el comedor, soplando un poco el aire caliente que emitía de aquellos recipientes. Con un suspiró, Kim finalmente se sentó.



—Hubiera querido prepararte algo mejor pero… Bueno…

—Está bien, así nos mantendremos jóvenes, por ahí leí un artículo de que el café ayuda detener un poco la vejez.



HeeChul sonrió un poco, Siwon a veces era demasiado complaciente con él.



—Siwon a ti no te gusta el café.

—Pero me gustas tú.



En ese preciso momento, HeeChul sintió su corazón latir. Cuando las manos de Siwon tomaron las suyas y deposito un beso en sus labios, HeeChul no pudo pedir un mejor momento para ser feliz.



Y pensó entonces que se tragaría su orgullo, y que aunque JaeJoong y él al principio no tuvieron una buena relación, ahora al menos se soportaban, así que respiraría profundo y le pediría ayuda a JaeJoong.



…Por que en verdad quería al menos cocinar alguna cosa decente para Siwon.













“Ya estamos de regreso, Hyung.

YooChun y yo esperamos verte pronto.”







YunHo sonrió.



El mensaje en su celular provenía de ChangMin, y de alguna manera lo que había logrado que respirara profundo y su pecho se llenara de orgullo, eral el echo de comprobar que ahora YooChun y ChangMin eran algo más que simplemente dos personas juntas compartiendo el momento.



Por que ahora ambos se incluían en la vida del otro, y por que ahora cuando se hablaba del uno, por ende se hablaba del otro y YunHo se sentía tan feliz por el pequeño ChangMin.



Se decidió por mandarle un mensaje, indicándoles a los dos muchachos que estaría encantado de verlos esa misma tarde, les envío la dirección de ‘Rainbow Hope’ entregándole a aquellos dos uno de sus lugares más pacíficos.



Confiando en ellos, y sabiendo que eran los indicados para compartir este pequeño mundo con él. Así que sin pensarlo dos veces, presionó la tecla verde en su celular y el pequeño mensaje de ‘Enviado’ apareció en la pantalla.



Miró por la ventana de su oficina, Boa y JaeJoong jugaban con los niños en el jardín, cantando una canción y deteniéndose de vez en cuando, en el momento en que JaeJoong gritado ‘Estatuas’



Sonrió complacido con aquella imagen, pero prontamente un suspiro salió de sus labios, opacando la pequeña sonrisa que se había formado y pegando la mano en el vidrio de aquella ventana.



Su compromiso se había cancelado, ya no había matrimonio, ya no había ese hilo invisible que lo ataba a JaeJoong, ese que no importaba cuanto caminara, finalmente podía estirar un poco su mano y saber que él estaría ahí.



La sonrisa de JaeJoong a pesar de la distancia, era tan sincera que podía ser comparada con la de cualquier persona de esas que aparecen en las revistas, sus manos curando al pequeño que había caído raspando su rodilla.



Los gestos más pequeños de JaeJoong habían evolucionado. Hasta un punto tan insospechado, que el mismo se sorprendía de lo mucho que él había cambiado, del esfuerzo que había puesto en hacerlo.



Y que ahora todas esas sonrisas le pertenecerían a aquel a quien JaeJoong amaba. Dolía.



Por un momento bajó la mirada. Hace apenas unas horas había recibido una llamada de un posible comprador para su departamento, YunHo estaba purgando sus fantasmas, quizá demasiado tarde.



Pero no podía pedirle a JaeJoong que esperara por él, y así lo hubiera hecho, sería hasta ridículo cuando a JaeJoong, él ya prácticamente no le interesaba, por lo menos no de aquella manera.



Regresó sus ojos una vez más, con una sonrisa diferente en el rostro esta vez.



Los niños rodeaban a JaeJoong, abrazándolo y gritándole constantemente ‘Umma’aunque él renegara de aquel apodo molesto. Y se sacudiera fingiendo que aquello le fastidiaba. YunHo no podía ser egoísta y pedirle a Jaejoong que lo esperara.



YunHo no podía ser egoísta y dañar la perfecta paz que a JaeJoong tanto le había costado armar junto a la persona que ahora amaba, pero aún así, eso no limitaba el poder de aquel dolor intenso en su pecho.



Que subía por su garganta y atoraba las palabras ahí, que hacia sus ojos arder de vez en cuando y que dejaba sus labios rojos por tanto morderlos solo para acallar lo que le hubiera gustado decirle a tiempo.



—Adivina… ¿Quién soy?



Los pensamientos fueron bloqueados, por las manos de Hyun Joong tapando sus ojos, y rodeándolo con su colonia, YunHo pensó por un momento que le gustaría quedarse así, por que al menos de esa forma las lágrimas que pretendían salir se quedaban ahí.



—¿YunHo?



Hyun Joong se alejó preocupado, haciendo que Jung lo mirara y pudo notar en la manera en que YunHo insistía en mirar al suelo, en la manera en que apretaba sus labios, que YunHo estaba a punto de derrumbarse.



—¿Por qué soy tan idiota todo el tiempo? Te amé demasiado, con todas mis fuerzas y te dejé ir. Cree una maravillosa relación JaeJoong, ambos cambiamos por dentro, por que yo también cambié por él ¿Sabes? Por que un día desperté dándome cuenta que mi amor por ti había cicatrizado y él estaba a mi lado.



Hyun Joong ni siquiera supo por que, pero tomó de la mano a YunHo y lo hizo sentarse junto a él en el sillón, YunHo tapó su rostro y lloró levemente, de una forma que Joong nunca antes había contemplado.



—Pero mi hilo con JaeJoong ha muerto, yo lo he destruido, me he alejado tanto de él, que un día sencillamente él caminó por si solo y me dejó atrás. Por que lo amo tanto… Que de nada me sirve ahora, por que no puedo estar con él como quisiera. Por que estoy borrando todo mi pasado, pero aún así JaeJoong no tomara mi mano otra vez.



De las pocas veces en que YunHo ha logrado mostrarse débil, esta era muy diferente, Joong estiró sus brazos y lo rodeó, en un fuerte abrazo que fue bien recibido por YunHo, quien al parecer se comenzó a calmar mediante los segundos transcurrían.



Hyun Joong acarició el cabello de Jung, pacifica y suavemente.



—Entonces has algo, YunHo. Tu historia con JaeJoong merece un final feliz.



Por el momento YunHo no respondió, solo se aferró al abrazo un poco más y suspiró. De ese modo, tranquilizando un poco sus emociones, YunHo cerró los ojos. Por que había sacado de su interior todo ese dolor que tanto había ocultado con el pasar de los días.



Por que al menos había podido sentir un peso menos sobre la espalda.













—¡Muy bien niños, todos a darse una refrescante ducha!

—¡Si!



Velozmente las escaleras se llenaron de pasos, de movimientos y risas entre los pequeños que comenzaron a subir las escaleras. JaeJoong lo observó con una sonrisa en los labios, respirando profundo y sintiéndose un poco cansado.



Miró a Boa arrimada en la pared, con el celular en las manos escribiendo un pequeño mensaje y que con una radiante sonrisa, no tenía que preguntar para saber de quien se trataba. Por que últimamente era de lo último que Boa hablaba.



—¿Otra vez Rain y tú comportándose como los adolescentes que no son?



El comentario burlón por parte de JaeJoong y Boa solamente cerró su celular guardándolo en el bolsillo de su pantalón y rodando los ojos. Ignorando el comentario y sosteniéndose de su brazo.



—¿Y que vas a hacer hoy para el almuerzo, Jae?

—No me cambies el tema de conversación.



Cuando el timbre sonó, Boa encontró el momento perfecto para poder dar por olvidado el tema, abriendo la puerta con una sonrisa en el rostro y un poco extrañada de ver a aquellos dos muchachos.



—¿YooChun? ¿ChangMin?



El primero en dar un paso hacía adelante, efectivamente fue YooChun, tomando la mano de ChangMin para que entrara junto a él. Analizando con la mirada el lugar, sintiéndose todavía un poco desubicado.



—Hola, Jae… YunHo nos invitó. Aunque no estoy muy seguro de que lugar es este.



Boa lució ligeramente sorprendida, pero una sonrisa apareció en los labios de JaeJoong cuando escuchó aquello, asintió emocionado por el hecho de que YunHo empezara a abrir un poco más su corazón secreto hacía este lugar y los invitó a pasar siendo él quien cerrar la puerta.



—Bienvenidos, esto es Rainbow Hope, la fundación para niños que Siwon, HeeChul, Boa, Hyun Joong y YunHo crearon hace un tiempo atrás.

—Y de la cual, JaeJoong ya es socio participativo.



Boa se apoyó en sus hombros con una sonrisa.



—Y se están aceptando nuevos socios.



ChangMin lució sorprendido ante aquello, se quitó el abrigo tranquilamente, mirando aquel lugar, tan cálido y familiar como nunca antes había lucido su mansión, probablemente igual de grande que aquella enorme fundación.



—Esto es sorprendente. Hyung, es sorprendente.

—No puedo creer que YunHo nunca nos haya hablado de este lugar.



JaeJoong supuso que si hubieran llegado unos minuto antes entonces estaría más sorprendidos al ver, a esos hermosos ángeles con quienes era tan fácil encariñarse, tal y como le había pasado a él.



—Oh, ya llegaron.



La voz de YunHo lo hizo girar de inmediato, y cuando vio a Hyun Joong junto a él bajando las escaleras, fue muy incomodo notar como todos alternaban sus miradas entre él y aquellos dos.



Si, fue extraño. Por que YunHo despedía una paz algo sorprendente y Hyun Joong parecía simplemente contemplar a YunHo de vez en cuando como verificando que en realidad se encontraría bien.



JaeJoong pensó que hubiera sido agradable estar él en lugar de Hyun Joong cuando Yunho se encontraba mal, aunque todo se basara en meras suposiciones.



—Hyung.



ChangMin subió las pocas escaleras que lo separaban de YunHo y lo abrazó con fuerza, cerrando los ojos por un momento y respirando hondo antes de ver su rostro y sonreír abiertamente.



—Vaya, que abrazo para efusivo. ¿Cómo han estado?

—Muy bien, fue un viaje productivo.



YooChun en cambio subió lentamente dándole un brazo a YunHo también. JaeJoong comprendía que su relación con aquellos era diferente, por que en aquel entonces eran algo así como rivales, y era solo cuestión de tiempo para que pasaran a ser tan cercanos como YunHo los era con ellos.



—¿Por qué nunca nos hablaste de este lugar?

—Por que a este lugar solo llegan las personas verdaderamente importantes para mí.



ChangMin y YooChun compartieron una mirada, luego sonrieron sintiendo un agradable cosquilleo en el pecho al escuchar aquello.



—Yun, me tengo que ir, tengo muchas cosas que hacer. No olvides lo que hablamos. Nos vemos.



Hyun Joong se despidió de todos con una sonrisa mirando el reloj en su muñeca e intentando salir lo más rápido que podía, por que seguramente se le hacía tarde.



—¿Y? ¿Quieren un recorrido por el lugar?

—Eso sería fantástico.



El celular de Boa sonó y ella se alejó un poco para poder conversar, con una pequeña sonrisa en los labios que hizo hasta al mismo YooChun suponer de quien se trataba, después de todo Rain es de su familia.



—Bueno, yo comenzaré con el almuerzo y…

—¿Estas loco, Jaejoong? Ven, pediremos pizza para el almuerzo.



De repente YunHo lo tomó de la mano, guiándolo junto a él para que encabezaran el pequeño recorrido por la fundación, gesto que no pasó desapercibido ni para ChangMin y mucho menos para YooChun.



—Pero eso no es sano.

—Solo será en está ocasión.



JaeJoong pareció un poco reticente, pero finalmente YunHo sonrió un poco, compartiendo una mirada con Kim y luego de unos segundos, JaeJoong se rindió y aceptó, provocando una pequeña risa que YooChun y ChangMin no se molestaron en ocultar.













—¿Qué lees?



Siwon se sentó a su lado, HeeChul únicamente tipió un par de palabras en la laptop y sacando el lápiz que reposaba sobre su oreja, hizo un par de anotaciones sobre la pequeña libreta que tenía a un lado.



—Estoy revisando unos contratos, nada importante.



En ese momento, HeeChul sintió la pesada mirada de Siwon sobre su cuerpo, por lo que elevó un poco la cabeza y contempló a un Siwon molesto, con el entrecejo arrugado. Quien repentinamente le cerró la laptop.



—El doctor fue muy claro, Chul. Necesitas descansar.

—Oh, vamos… Eso fue hace tanto tiempo.



—No me interesa, tu padre dijo varios meses de vacaciones por órdenes del doctor y a menos que ya hayan pasado varios meses, me importa un comino si es el contrato más divertido de la historia.



HeeChul bufó graciosamente quitándose los lentes y apretando un poco la parte superior de la nariz.



—Los contratos nunca son divertidos, Siwie.

—¿Entonces por que los haces?

—Por que es mi trabajo.



Y es obvio que Siwon no iba a refutar eso, por la simple razón que el amaba su trabajo y HeeChul amaba el suyo, pero lo de HeeChul era por salud. Así que mientras de él dependiera Kim HeeChul solo descansaría por este tiempo.



El celular de Heechul sonó bajo.



Siwon se subió a la cama, y miró por encima del hombro de Kim, curioso por lo que el hombre leía.



—¿Mir, es algo urgente?

—Creo que no… Pero parece divertido.



Y la sonrisa de HeeChul, fue hasta contagioso.













Cuando las puertas del ascensor se abrieron, JunSu suspiró.



Había sido un día del asco, no había podido contactarse con Mir en todo el día, tampoco lo había encontrado y se había aburrido como nunca, sin la intención de llamar a ningún amigo con quien compartir el tiempo.



Tomó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta, lo recibió la oscuridad de su departamento, ni siquiera se tomó la molestia de encender las luces por que sencillamente estaba muy fastidiado con todo.



—Esto es un asco, Mir se desaparece todo el día y no me deja decirle que también estoy enamorado de él. Claro seguramente está con Joong, aunque no entiendo la forma en que esto funciona, si está enamorado de mi, y yo enamorado de él. ¿Por qué todo tiene que ser tan malditamente complicado?… Pero tengo que hallar la manera de que…



Las luces dentro del departamento se encendieron, JunSu retrocedió un paso. Asustado y sorprendido al mismo tiempo. Al primero que encontró fue a Mir, con su rostro levemente sonrosado por sus palabras y algo nervioso por lo que JunSu había estado por decir frente a todos sus amigos y familia.



Oh, si por que JunSu después explayó su mirada y notó que absolutamente todo su departamento estaba lleno, entre amigos, familiares, compañeros, y hasta el mismísimo Joong. JunSu solo sonrió nervioso.



—Ehm… ¡¡Feliz cumpleaños!!



Todos intentaron fingir que no habían escuchado nada, a pesar del indudable silencio que hubo previo a todo y que por supuesto todos compartieron miradas alternas entre Mir y JunSu. Sin embargo todos levantaron sus copas y JunSu prácticamente saltó hacía sus padres en cuantos los divisó junto a Mir.



—¡Papá! ¡Mamá!



Los abrazó con fuerza, con una enorme sonrisa en los labios y sintiendo un poco de paz ante la evidente calidez de su abrazo.



—Hermanito~

—¡Maldición, JunHo! Que no me digas her… ¿¡JunHo!?



Y la sonrisa en sus labios creció un poco más, se abrazó a su hermano mayor, no había visto a su familia en tanto tiempo por culpa de su trabajo que estar rodeado por ellos fue lo mejor que le pudo haber pasado.



Y ahora que lo analizaba mejor. Si, era su cumpleaños, y él lo había olvidado.



Mir se acercó de repente. Con una mirada divertida en el rostro, JunSu decidió dejar de lado por un momento a su hermano y vaciló un poco en sus palabras.



—¿Esto es lo que has estado haciendo todo este tiempo cuando salías con Joong?

—Traer a tu familia fue más difícil de lo que parece, armar todo y etc.

—Sin contar a JunHo que parece muy concentrado en su trabajo también.



Joong apareció de la nada palmeando su espalda, con una evidente y comprensiva sonrisa en los labios. JunSu se sintió tan idiota. Provechosamente, Joong se alejó un poco, y la mayoría de los invitados comenzaron a saludarlo.



Casi de la nada, tuvo a algunos de sus amigos del instituto, de la escuela inclusive, a YunHo, JaeJoong, ChangMin, JunSu, a unos cuantos de sus primos, a sus amigos del equipo de futbol de cuando era pequeño, a Siwon, HeeChul, Boa y Rain.



Todos parecían muy interesados en saludarlo y JunSu solo podía pensar en lo mucho que le gustaría poder hablar con Mir, pero entre toda la gente que lo rodeaba y las felicitaciones y los regalos, era sencillamente complicado.













—Asombroso. ¿Cierto? Todos están aquí.



Mir parecía feliz, sonriente y aparentemente un poco nervioso por la situación, había sido difícil, pero YunHo de una manera extraña había logrado que la gente los dejara un poco y habían llegado hasta el balcón con repentina calma.



JunSu respiró hondo.



—Lo que dije cuando llegué, todo era verdad. Realmente yo…— JunSu mordió su labio inferior, y tuvo que bufar con algo de molestia. —¡Demonios! Soy tan malo como tú con las palabras, así que voy a seguir tu ejemplo.



De la nada, JunSu llevó las manos a su cuello, quitándose uno de los dos collares que colgaban de su cuello y colocándolo con cuidado en el menor. Mir lo miró fijamente y JunSu solo sintió como las cosas empezaban a ponerse en su lugar.



Había pocas cosas que eran calculables o predecibles para Junsu cuando se trataba de Mir, quizá por que era un poco distraído, pero aún así, cuando Mir soltó un pequeño suspiro supo que él pensaba de la misma forma.



—Quizá te quiero.

—Quizá yo te quiero también.



Mir sonrió, sintiendo las manos de JunSu en su cuello y la manera lenta en la que se acercó a su rostro, no le quedó de otra que cerrar los ojos y recibir los labios de JunSu que fácilmente se acoplaron a los suyos.



El ligero sabor a champagne los embriagó. Del mismo que los meseros repartían dentro de la fiesta, hubo unos segundos en los que ambos se dedicaron a sonreír y alejarse un poco, uniendo sus frentes por un breve momento.



—…Feliz cumpleaños, JunSu.



Agradablemente, Mir obtuvo como respuesta otro de esos deliciosos besos.













YunHo lo sabía, ya estaba bebiendo de más.



Sacudió un poco su cabeza y decidió salir por un momento del departamento de JunSu, por que dentro la fiesta estaba empezando a tomar su hora de descontrol, lo pudo notar por que YooChun acorralaba a Changmin contra una pared y aunque ChangMin le decía que no era el lugar, en realidad no hacía nada por detenerlo.



La música sonaba cada vez más fuerte, y ya alguien había atenuado las luces. Sin embargo, beber tanto vodka no había sido una buena idea, probablemente por que no había cenado esa noche. Salió y logró sentarse en unas de los escalones de la escalera de emergencia, pasando las manos por su rostro y respirando hondamente.



—¿YunHo?



Cuando vio a JaeJoong por un momento pensó que en realidad él no estaba tan ebrio, pero en cuanto lo vio agarrándose de las paredes y aún así medio tropezando en el camino, acompañado por una risa contagiosa, supo que ambos estaban igual de mal.



—Por aquí, Jae.

—¡Si! Ya te vi.



Kim se sentó a su lado, chocando un poco contra su cuerpo algo bruscamente. JaeJoong bebió lo poco que le quedaba en su botella con cerveza y suspiró. Logrando que YunHo lo mirara por extensos segundos en los que las palabras de Hyun Joong llegaron a su mente.



Esas palabras que le pedían… Que hiciera algo por llegar a su final feliz.



Aunque YunHo sabía la perfección que eso del final feliz no era más que metáfora, por que ponerle final a algo, no era realmente algo muy agradable, luego de pensar demasiado, analizó la posibilidad de sincerarse en estos momentos.



Era algo seguro, él estaba ebrio, JaeJoong estaba ebrio.



¿Qué más allá de buen sexo desenfrenado podía ocurrir?



“Oh, demonios… Ya estoy pensando estupideces.”



YunHo agachó la cabeza, pasando una mano por su rostro sintiéndose demasiado estúpido en esos momentos, sin percatarse de la molesta mirada de JaeJoong en esos momentos.



—¿Por qué siempre me ignoras aún cuando estoy a lado tuyo sin nadie más alrededor?



Le costó enfocar a JaeJoong, su mente divagó un poco más. Y sonrió divertido ante eso por que JaeJoong parecía enojarse cada vez más. Y finalmente solo giró su rostro molesto como fingiéndose indignado.



—Él me propuso matrimonio.



YunHo entonces se tensó, JaeJoong parecía más bien presumir el hecho y en medio del licor en su interior. YunHo supo que no estaba pensando correctamente, por eso se levantó dispuesto a no seguir escuchando y emborracharse un poco más.



—¡YunHo! ¿Dónde vas?

—¡No me interesa ser tu alma consejera y escuchar tus platicas de amor eterno, JaeJoong!



Movía los brazos desorbitadamente, ante la mirada algo perdida de JaeJoong quien con dificultad también se levantó de su lugar para encararlo.



—¡¿Sabes que?! ¡Eres un mal amigo! ¡Eres tan frustrante!



Y comenzó a golpearlo, fueron leves empujones en su pecho que hicieron que YunHo retrocediera unos cuantos pasos mientras JaeJoong finalmente descargaba toda su rabia interna.



—¡¿No te importa lo frágil emocionalmente que me encuentre?! ¡Eres un maldito bastardo que cree que sabe lo que es mejor para mí! ¡Pero…!



Los ojos de JaeJoong se abrieron con sorpresa, la boca de YunHo se había estampado contra la suya, besando sus labios con una necesidad que hizo que el pecho de JaeJoong subiera y bajara agitadamente, con el pecho bombeado arrebatado.



Las manos de YunHo estuvieron sobre su espalda, ciñéndolo a su cuerpo, y pudiendo negarse, contrario a eso, JaeJoong cerró los ojos, pasó los brazos alrededor del cuello de YunHo, y lo besó.



Tan desenfrenadamente como YunHo lo hacía. Con la misma adrenalina recorriéndole el cuerpo. Y sintiendo el mismo súbito bajar y subir de sus pechos agitados por la emoción, ambos demasiado cerca el uno del otro en la soledad de aquel pasillo.

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