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Se Solicita Novio - Cap. 26

Y recién ahora, estoy empezando a creer.


HeeChul comió un poco de sandia y suspiró levemente.





Frente a él Siwon bebía un poco de jugo, y la mañana de ese día había aparecido con un resplandeciente sol, muy diferente a la noche anterior cuando llovía hasta más no poder. HeeChul por un momento decidió dejar el cubierto y beber un poco de agua.





—Luces preocupado.

—Estoy preocupado. Yunho y Jaejoong me tienen preocupado.

—JaeJoong… Actuó extraño ayer, sé que quiere a YunHo pero aún así canceló el compromiso.





Por un pequeño momento, HeeChul analizó las palabras de Siwon y suspiró con algo de suspicacia. Decidiendo por un momento que ya había comido demasiado durante el desayuno.





—Quizá JaeJoong no quiere obligar a YunHo a estar con él.

—Es que JaeJoong ha cambiado tanto que…





Cuando Siwon dejó de completar la frase que tenía en mente, HeeChul únicamente sonrió con un poco de empatía y tomó su mano ligeramente.





—Lo sé, Siwon. No es justo, pero es su decisión, su futuro. Y creo que va siendo hora de que decidan por si solos lo que deben hacer, por que más adelante, cuando vengan decisiones más difíciles no sabrán como hacerlo.





Y aunque Siwon no lucía muy seguro de no intervenir, tuvo que asentir, por que sabía que de algún modo HeeChul tenía razón. Por eso cuando Kim volvió a comer con tranquilidad y sin ningún problema él decidió hacer lo mismo.





—Oh, por cierto. Quiero darte algo.





Los ojos de HeeChul de inmediato brillaron con emoción, si había algo que le fascinaba a Kim HeeChul desde siempre eran las sorpresas, y mientras él esperaba. Siwon buscaba en los bolsillos de su chaqueta.





—Aquí está.





Con una sonrisa no muy segura en el rostro, Siwon deposito una solitaria llave sobre la mesa, HeeChul lo miró confundido, tomando entre sus manos el pequeño objeto color plata, mirándolo de un lado a otro.





—¿Me vas a regalar un auto?





Bromeó un poco, y cuando notó que Siwon en realidad parecía algo nervioso mientras negaba levemente, con los ojos fijos en su comida, supo que se trataba de algo importante.





—Es la llave de mi departamento, vente a vivir conmigo Chul.





Las palabras de Siwon lo atravesaron con sorpresa, hicieron latir su corazón nerviosamente y finalmente HeeChul comprendió que ni siquiera había pensado en esa posibilidad y mientras Siwon esperaba una respuesta.





Nervioso también, HeeChul se dedicó a observar la llave. Como si tuviera en sus manos la decisión más importante.













La terraza de Rainbow Hope, no era un lugar al que JaeJoong recurría a menudo. Pero esa mañana YunHo había llegado, con una extraña y no muy convincente sonrisa en el rostro pidiéndole que desayunaran juntos en la terraza.





JaeJoong no se había negado, a pesar de que él ya había desayunado.





—¿Todo esta bien, YunHo?





Jung levantó la mirada de su plato y volvió a sonreírle de la misma forma vacía que lograba que el estómago de JaeJoong se estrujara, por que sabía que esa sonrisa era solo para que no se preocupara por él.





—Claro, todo está bien. ¿Acaso no puedo querer desayunar a solas contigo?





JaeJoong levantó los hombros despreocupadamente y bebió un poco del jugo de manzana que tenía, aún sin probar el sencillo sándwich en su plato. El silencio por primera vez entre ambos era incómodo. Y JaeJoong solo quería huir, probablemente por instinto.





YunHo se mantuvo en silencio unos minutos más, comiendo lentamente y mirando su comida, como si pensara concienzudamente en lo que hacía. JaeJoong sabía que apenas unos días habían transcurrido desde que su compromiso quedó completamente roto.





Pero, su amistad, su trato diario había sido el mismo. YunHo le sonreía y él le sonreía a Yunho, se acoplaban bien con los niños de la fundación. Y todo parecía haber regresado a su rumbo normal.





…Solo que ahora parecía no haber ningún vinculo fuerte entre ambos.





—Hyun Joong… Él se casa hoy.





Y el misterio había quedado resuelto para JaeJoong. Soltó el sándwich que había empezado a tomar en sus manos para comer un poco al menos y suspiró levemente. Por que de pronto se sentía decepcionado de YunHo.





Por que se suponía que YunHo ya no sentía cosas por Hyun Joong, por que casi había estado seguro de eso. Pero al parecer se había equivocado. Por que YunHo había bajado la mirada y lucía devastado.





YunHo en ese momento parecía querer ir por Hyun Joong y huir con él, si el tiempo se lo permitiera, o al menos las condiciones estuvieran de su parte. Si Hyun Joong cuando menos no estuviera tan enamorado de Shun como ahora lo estaba.





…Finalmente parecía que YunHo nunca podría olvidar a Kim Hyun Joong.





Ni siquiera le sorprendía, YunHo solo lo había vuelto a decepcionar.





—Pensé que tu Hyun Joong tenían ahora solo una amistad.

—Tenemos una amistad, pero…

—¿No has podido olvidarlo, cierto?





En el momento en que la mirada de YunHo llegó a él lentamente. Como pidiéndole disculpas y permiso al mismo tiempo. JaeJoong solo pudo sonreír débilmente, casi sin fuerzas de hacerlo en realidad.





Lo único que interrumpió sus próximas palabras, fue el hecho de que la puerta de la terraza fue abierta con fuerza y el cabello castaño de Hyun Joong se agitó con fuerza con el viento al igual que su traje.





YunHo y él se levantaron de sus lugares, sorprendidos por el hecho de que el vocalista se encontrará ahí, vestido elegantemente con su traje para la boda y con la respiración agitada probablemente por que había venido corriendo.





YunHo se acercó a Hyun Joong, dudoso todavía de lo que hacía y el líder de SS501 únicamente luchaba por respirar lo más normal que podía. El mundo invisible de JaeJoong en ese preciso momento se derrumbó.





..::..::..::..







Fue culpa del despertador, de ese insoportable y fastidioso sonido ensordecedor lo que hizo que JaeJoong se levantara, abriera los ojos y comprendiera que todo se había tratado de una estúpida pesadilla.





Se sentó dificultosamente y pasó una mano por su rostro. Notando que se encontraba un poco sudado y que el sol entrando por su ventana esa mañana no ayudaba. Divisó por completo su habitación y bufó con molestia.





En el fondo debió haber sospechado que todo era parte de una pesadilla, por que Hyun Joong amaba a Shun y se iba a casar y YunHo ya lo había superado. YunHo ya no amaba a Hyun Joong, y JaeJoong quería convencerse de eso.





Miró el reloj junto a su cama y apagó el despertador.





Se hacía tarde y tenía que ir a la fundación. Respiró profundo y decidió que lo mejor era una ducha rápida y por supuesto, solo por seguridad llamar a YunHo y preguntarle como se encontraba hoy.





—Solo fue una pesadilla, JaeJoong… Solo eso.















—¡Muy bien, buen trabajo! ¡Gracias a todos!





YunHo habló en voz alta y comenzó a aplaudir, cosa que todos imitaron de inmediato, con una sonrisa en los labios. Y un suspiro de alivio de poder haber terminado el trabajo de esa promoción al fin.





Antes de que YunHo pudiera darse cuenta Hyun Joong se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Con una sonrisa llena de felicidad en el rostro. YunHo apenas tuvo tiempo de abrir un poco los brazos para poder recibirlo.





—Wow… ¿Por qué tanto entusiasmo?

—Estoy feliz YunHo, no te imaginas cuanto.





YunHo se alejó un poco observando el rostro feliz en Hyun Joong y sonriendo junto a él por la felicidad compartida.





—Si, claro. Me agrada saber que terminar el trabajo te pone tan feliz por que ya no vas a verme. ¿O es por que te vas casar?

—No es por eso.





Hyun Joong negó moviendo ambas manos, sonriendo aún como un niño pequeño.





—Entonces, ¿Qué es?

—Los muchachos y yo hemos decidido cambiarnos de agencia. No dejaremos que nos separen, continuaremos con la banda. Los cinco juntos, pero a través de otros medios, por nosotros mismo.





Una gran sonrisa estuvo en los labios de YunHo. Una llena de verdadera empatía y alivio. Que rápidamente Hyun Joong identificó como una sonrisa que hace mucho tiempo no veía en el rostro del mayor.





—Eso es genial, Hyun Joong. Los felicito.

—Muchas gracias. YunHo. ¿Por qué no vienes a almorzar con nosotros?





Jung observó la hora en su reloj y sonrió apenado.



—No lo creo, pensaba salir a almorzar con JaeJoong y…

—Oh, ya entiendo. No te preocupes.





Hyun Joong retrocedió unos pasos, con la misma sonrisa bailando todavía en sus labios y mientras sus amigos lo esperaban en la entrada del estudio, él solamente agitó un poco su mano y comenzó a salir. No sin antes girar una vez más para llamar la atención de Jung.





—Ne~ YunHo, mi boda está cerca. ¿Vendrás, cierto?

—Por supuesto, cuenta conmigo.





YunHo levantó su mano en señal de despedida y le sonrió de la misma forma, con la misma seguridad y confianza de saber que ahora las cosas entre ambos iban por buen camino. Hyun Joong luego de eso volvió a girar. Y continuar caminando hacía la salida.



















Es solo que me molesta.







Mir miró el televisor inconsciente de que lo hacía.



Por que lo único que en realidad podía escuchar en esos momentos era la voz de JunSu en su cabeza, su voz diciendo tantas cosas que lograron que las barreras de Mir se derrumbaran en apenas unos segundos.



Y es que JunSu tenía esa influencia en él, probablemente desde que se conocieron. Y no importaba si era para bien o para mal, pero JunSu siempre lograba calarse muy dentro de él, con tan solo unas pocas de sus palabras.







Yo… Me siento celoso de la relación que tienen… Por que te quiero para mí.





Dentro de su habitación, Mir solo podía pensar en el hecho de que luego de que JunSu dijera aquello se había encerrado en su habitación, casi sin mirarlo. Como si lo hubiera dicho tan impulsivamente que no había podido medir el calibre de sus palabras.





Y Mir ya empezaba a pensar que si JunSu había sido sincero, entonces era su turno para serlo también. Se sentó con cuidado en su cama y suspiró. Por que había llegado el momento y probablemente aún no estaba listo.





Jugó con sus manos, intentando desaparecer los miedos y tratando de convencerse que lo mejor era ir a la habitación de JunSu y terminar de aclarar toda esa situación, que ya se había complicado, quizá demasiado.















New York, Estados Unidos







YooChun se sentí incomodo.





Si bien viajaba a menudo a New York, con el propósito de encontrarse a escondidas con sus amigos. Siempre lo hacía en el tiempo cuando sabía por sus amigos precisamente, que su familia viajaba al extranjero.





No es que no quisiera verlos. Dios sabía que moría por verlos, abrazarlos y decirles lo mucho que loe había extrañado. Que los perdonaba por todo con tal de unos segundos de calidad familiar, por que todo el mundo en el fondo necesita de ese calidez.





Sin embargo el día que entre gritos y miradas que buscaban un poco de respaldo, la noche que YooChun se marchó dejando a su familia atrás, por sus sueños, sus metas y su vida propia. El día que su padre lo rechazo, su madre no lo apoyó y su hermano menor solo lloró sin saber que hacer para que lo llevara junto a él.





Esa noche YooChun se despidió de su familia, prometiéndole a su hermano que cuando creciera volvería por él. Y entonces, si todavía deseaba estar con él, se lo llevaría. Pero los años habían pasado y él no los había vuelto a ver.





Esa era, tal vez su cicatriz más profunda y dolorosa.





—ChangMin ¿Puedes disminuir el paso? ¿O es que ya es tarde?

—Algo así. Apresúrate.





ChangMin entonces lo tomó por la mano, abriéndose paso entre la gente y finalmente ingresando al elegante restaurante que YooChun sinceramente no entendía por que lo había llevado hasta ahí, cuando ChangMin sabía perfectamente lo mucho que le afectaba viajar a New York.





Entre la cantidad de gente que había dentro, YooChun pudo distinguir a su padre junto a Yoohwan, apretando las manos de su madre. YooChun no tuvo tiempo para hacer algo, únicamente su cuerpo se paralizó y una mueca de miedo se dibujó en sus facciones.





—¿YooChun?

—Vámonos, Min. Por favor vámonos.





Apretó la mano del menor con fuerza y ChangMin le sonrió dulcemente, pasando una mano por la mejilla de Park e intentando trasmitirle un poco de seguridad y confianza, que al parecer funcionó por que pronto, aunque todavía un poco inseguro YooChun comenzó a caminar.





—Confía en mi, YooChun.





No sabía lo que hacía o por que lo hacía, pero YooChun le hizo caso y se dejó guiar, sosteniendo con fuerza la mano de ChangMin y cerrando los ojos cada que respiraba hondamente para calmar los latidos acelerados de su corazón.





—Disculpe que sea tan directo, pero no conozco a ningún Shim ChangMin.

—Lo sé señor, pero necesito hablar con usted. ¿Es el padre de Park YooChun, verdad?

—…Si, ¿Ha visto usted a mi hijo, sabe como está?







Cuando estuvo delante de su familia la respiración fue poca, su pecho subió y bajó inconstante, tanto que apretó un poco más la mano de ChangMin, él se acercó educadamente, con una venia de por medio y sonriendo levemente.





De él quería hablarle precisamente. Se lo que ocurrió entre ustedes hace muchos años, y sé que no soy quien para entrometerme. Pero YooChun y yo tenemos las misma heridas ¿Sabe? Lo mío no tiene solución, pero sé que él puede tener a su familia de regreso, si me escucha… Por favor, YooChun los necesita. Y estoy seguro que ustedes a él también.







Su madre fue la primera en levantarse, YooChun mordió su labio inferior y retrocedió un paso cuando ella se acercó, por que estaba asustado. Por que se sentía como el niño pequeño y desamparado que prácticamente era cuando se marchó. Por que ser un adolescente no es ser un adulto.





Pero ella no se inmutó ante aquello, le sonrió y lo abrazó. YooChun percibió el dulce aroma de su perfume que a pesar de los años no había cambiado, soltó la mano de YooChun y la abrazó con fuerza, hundiendo el rostro en su cabello.





—Joven… Ni siquiera sé si mi hijo quiera verme. Yo… Estoy muy arrepentido, no se imagina lo mucho que lo he buscado. Pero él no quiere ser encontrado.

—No quiere ser encontrado si las cosas no han cambiado. Señor… Por favor…





ChangMin sonrió cuando vio Yoohwan levantarse y correr para abrazar a su hermano. Habían apenas unos años de distancia entre ambos y cuando YooChun lo agarro por el rostro para mirarlo a la cara y sonreírle. Eso fue reconfortante.



Por que Yoohwan apoyó el rostro en el pecho de YooChun y cerró los ojos con fuerza, seguramente intentando ahogar las lágrimas que no quería derramar. ChangMin, sabía que probablemente YooChun nunca se enteraría que prácticamente estuvo a punto de rogarle al padre de él por que accediera a verlo.





Shim ChangMin, quien jamás pedía nada a nadie.







YooChun es un reconocido compositor en Corea, dueño de una considerable fama gracias a su esfuerzo, dedicado a hacer lo que le gusta y siendo feliz con lo que ama. Publicó un libro recientemente y se vende demasiado bien. Es talentoso y una persona increíble.







No es como si el padre de YooChun nunca hubiera querido verlo, pero es que aún el hombre parecía luchar contra sus propios fantasmas y remordimientos. Pero cuando se levantó y YooChun lo miró, el hombre se acercó, con pasos lentos y cautelosos.





—Lo siento mucho, YooChun. No supe estar al nivel de un hijo como tú. Lo siento tanto…




YooChun únicamente llevó una mano a su rostro, tapando su boca y dejando que un par de lágrimas saliera de sus ojos. Entonces su padre lo abrazó, con toda la fuerza que en este momento a YooChun le hacía falta y aquellas lágrimas murieron en el hombro de su padre.



…Como cuando era un niño pequeño y no quería alejarse de él.





En mi opinión, él sería el orgullo para cualquier familia, por que es feliz haciendo lo que le gusta, por que es bueno en su trabajo y exitoso como ninguno. Para mi Park YooChun es una persona digna de admirar. Por que se afirmó en sus convicciones y salió exitoso a pesar de los contratiempos por los que tuvo que pasar.





Ver las lágrimas de YooChun era algo que ChangMin esperaba.





Pero en ese momento, su maduro comportamiento le fallaba, por que ChangMin se contagió de ese ambiente, que pasó de lagrimas a sonrisas a frases de: ‘Has cambiado tanto’ ‘Igual de bella que siempre madre’ ‘Te he extrañado’





Y aunque respiró profundo. Aún así, sentía el corazón pequeño al sentir que había acabado con la tristeza de YooChun, aunque le hubiera costado estar al teléfono cerca de cómo cinco horas. Pero había valido la pena.





—Las cosas han cambiado, Chun. Estoy estudiando actuación y mi padre me está apoyando en todo, mamá es grandiosa y me ayuda con los ensayos de vez en cuando.





Yoohwan habló entusiasmado, jalando a su hermano para que se sentara, ChangMin supuso que lo adecuado sería marcharse y dejarlos a solas, pero cuando YooChun regresó a mirarlo, estirando su mano y con una pequeña sonrisa en los labios.





…Supo que YooChun compartiría con él, lo que siempre se le había negado. Una familia.





Tomó su mano con una pequeña sonrisa y se sentó junto a él, entre las conversaciones de la familia Park y sus miradas compartidas de vez en cuando. ChangMin comprendió, que estaba formando un futuro junto a YooChun. Inconsciente de los grandes pasos que estaban dando juntos.















Seúl, Corea.







—Esto me provoca un mal déjavù.





JaeJoong ingresó al restaurante con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y el terrible presentimiento de que con una invitación a comer podía empezar o convertirse en realidad alguna de sus pesadillas.





YunHo lo miró extrañado y sonrió, pasando uno de sus brazos sobre los hombros de JaeJoong y caminando a su lado con tranquilidad.





—¿Y es que ahora ya no me quieres ver más o que?

—No es eso… Es más ni siquiera me hagas caso. Es solo que tuve una pesadilla extraña y creo que todavía estoy un poco afectado.





JaeJoong se sentó tranquilamente frente en una de las sillas dentro del restaurante y YunHo sintió una pequeña distancia entre ambos que no le gustó, por que de pronto JaeJoong parecía volver a ser lejano a él.





—¿Y… Cómo van las cosas con esa persona?





Kim en ese momento levantó la mirada, confundido sobre quien hablaba YunHo.





—¿Esa persona? ¿De quien hablas?

—De la persona de quien estás enamorado.

—Oh… Él… Eh, pues bien, si, muy bien. Las cosas van muy bien.





JaeJoong prefirió fingir que leía la carta de pedidos, esperando evitar de esa manera la mirada seria de YunHo, que ciertamente lo incomodaba, en especial por que ‘esa persona’ ni siquiera existía.





—Supongo que ya le contaste que nuestro compromiso quedó terminado. ¿Se alegró por la noticia?

—No estoy seguro…





Movió la cabeza de manera leve, no sabiendo muy bien como contestar a esa pregunta sin tener que mentirle, por lo menos no tanto. YunHo sin embargo lo miró arrugando el entrecejo.





—Esa relación tuya con ese sujeto es extraña.

—No tenemos una relación.





Y si, sus palabras habían sonado secas y con algo de reproche, pero al instante prefirió beber un poco del agua que el mesero había acabado de dejar en la mesa mientras sacaba la pequeña libreta de su bolsillo.





—¿Y bien señores van a ordenar?

—Dos lasañas de carne y media botella con vino por favor.

—De acuerdo ¿Algo más?



—No, muchas gracias.

—Enseguida traeré la orden.





El hombre se alejó con una educada venía y YunHo suspiró mientras apoyaba la quijada en sus manos observando a un JaeJoong algo incómodo.





—Espero que no te moleste que haya ordenado por ambos.

—No te preocupes, me agrada la lasaña.

—¿Cómo es que ustedes no tienen una relación?





—¿Eh?

—Se supone que si estás enamorado, debes estar BIEN con esa persona y no a medias como al parecer lo están.





JaeJoong asintió, todavía no muy seguro de que decir.





—YunHo, no sigas. Esto es muy bizarro.

—¿Por qué? Es decir, somos amigos… ¿No?

—No me refiero de que hayamos estado comprometidos y estemos hablando de quien me gusta, escucha voy a ser sincero. ¿Bien?





Jung asintió, JaeJoong volvió a beber un poco de agua y miró a YunHo directamente a los ojos. Por que sabía que si no se lo decía directamente, YunHo no entendería.





—Esa persona… Quien me gusta es… Bueno… Tú.

—¿Yo que?

—…Tú no entiendes nada.





JaeJoong pasó una mano por su rostro y sonrió. Todavía no había el valor, todavía no diría nada. Solo por que todavía, prefería explotar un poco más ese rasgo de molestia en Jung cada vez que se refería a esa persona que según él le gustaba.





—¿Quieres ir a ver una película después del almuerzo?

—¿No estás ocupado?

—Hoy no, ya terminamos de grabar con SS501 así que tengo el día libre.





Repentinamente JaeJoong sonrió, por que eso era una buena señal. De algún modo sentía que volvía a tener a YunHo a su lado, ambos inconscientes de que ya no habían dificultades entre ambos. Y que solo faltaba un único paso para llegar a la felicidad.

















JunSu apretó la almohada un poco más y suspiró.





Se la había pasado prácticamente toda la tarde en su habitación, pensando en la nada y a la vez en lo estúpido que se había escuchado el día anterior impidiéndole a Mir que saliera con Joong con aquella estúpida excusa.





La puerta sonó dos veces y JunSu se sentó, por que sabía que no podía ser otro sino Mir, y entonces respiró profundo y tragó duro.





—Adelante…





Mir asomó primero su cabello y luego su rostro, con una expresión suave y calmada que hizo que JunSu le regalara una sonrisa.





—¿Podemos hablar?

—Si, Mir.





Finalmente el menor ingresó, con pasos lentos y calmados, sentándose frente a él en la cama, respirando profundo y pensando muy bien en las siguientes palabras que diría. Obviando el hecho de que JunSu deseaba que la tierra lo tragara.





Pero Mir pareció no encontrar las palabras así que decidió manejarlo todo simbólicamente llevó las manos a su propio cuello y desató parsimoniosamente la cadena en su cuello que JunSu no veía desde hace tiempo.





Tomó la mano derecha de JunSu, depositó el collar con cuidado y una pequeña sonrisa en el rostro mientras Kim únicamente divagaba su mirada entre el collar y el rostro de él.





—Pensé… Que se lo habías dado a Joong.

—¿Por qué se lo daría? El collar es para la persona de quien estoy enamorado. ¿No?

—Tu…





Mir sonrió un poco más, soltó la mano de JunSu y respiró profundo antes de levantarse de la cama. Y arreglar un poco su cabello.





—Me tengo que ir, tengo que arreglar unos asuntos, estoy de regreso en la noche. Ya sabes que no soy bueno con las palabras. Pero espero haber sido lo suficientemente claro. JunSu… Quería darte el collar desde hace tiempo, pero no sabía como.





Con las manos en los bolsillos y un paso calmado, Mir abandonó la habitación y JunSu volvió a ver el collar en sus manos. Mordió su labio inferior y sonrió. Por que aunque no habían demasiadas palabras de por medio.



Su corazón latía apresurado, de una manera que hace mucho no lo hacía.



Llevó una mano a su pecho y apretó con fuerza el collar.



…Por que eso había sido realmente maravilloso.















Era de noche cuando YunHo ingresó a su antiguo departamento.





Dejó las llaves sobre el mesón y miró el lugar con algo parecido a la nostalgia. La última vez que había estado ahí fue cuando JaeJoong decidió gritar a los cuatro vientos que estaban comprometidos.





Pero antes de eso, había sido tantos años atrás cuando Hyun Joong terminó por marcharse y él únicamente volvió a su hogar, por que estar ahí lo llenaba de recuerdos que lo lastimaban, pero nunca optó por alquilarlo o siquiera venderlo.





Jamás esa idea pasó por su cabeza. Por que ese departamento estaba tan lleno de recuerdos. Era tan suyo como de Hyun Joong. Era su forma de aferrarse a la única vez que se sintió completamente feliz.





Levantó el pequeño portarretrato donde su imagen y la de Hyun Joong lograba robarle una sonrisa a cualquiera. Por que ambos mirando a la cámara, con sus brazos sobre los hombros del otro y con muecas graciosas era uno de sus mejores recuerdos.





Se sentó en la cama y suspiró. Por que de pronto se encontraba en un futuro donde JaeJoong representaba lo que alguna vez Hyun Joong representó. Por que había captado la idea de que desear pasar junto a JaeJoong cada momento de su día, no era debido a una simple amistad.





Por que verlo sonreír, lograba hacerlo sonreír a él también. Y por que no podía evitar querer abrazarlo cada vez que lo veía, y por que sencillamente le molestaba saber que JaeJoong se había enamorado de alguien más que no era él.





—Quizá debería empezar a hacer unos cambios en mi vida.





Miró una vez más el gran apartamento, como si en cada segundo se borrara fugazmente cada imagen suya y de Hyun Joong, cada abrazo, cada sonrisa, cada palabra convirtiéndose al final en un buen recuerdo, de una de las mejores etapas de su vida.





—Creo que sería bueno comenzar por vender este departamento que por tanto tiempo compartí con él.





Se levantó una vez más y se apoyó en el barandal del pequeño balcón de la habitación. Mirando la ciudad iluminada de esa noche, planeando mañana mismo empezar desde cero, empezando por eliminar de su vida toda la culpa que había venido arrastrando.



Y confiando ciegamente en que podía hacerlo, YunHo decidió dormir por última vez en aquella cama, que una vez fue su refugio contra el mundo exterior que una vez tanto lo lastimó.















Siwon salió de la ducha secando un poco su cabello.





Se vistió rápidamente y procuró pensar rápidamente en que sería lo mejor para cenar esa noche, contando por supuesto con que no había quedado en encontrarse con HeeChul esa noche, y que aún planeaba esperar una respuesta de su parte.





El sonido de su puerta siendo abierta lo alertó, en especial por que era imposible que alguien entrara como si nada, cuando absolutamente nadie tenía una llave. Se asomó con cuidado y cuando vio a HeeChul cargando como podía un montón de maletas las expresiones de Siwon cambiaron.





—…Malditas maletas. ¿Por qué tengo tantas?

—Chul…





HeeChul levantó la mirada, una sonrisa y Siwon se acercó a ayudarlo cargando unas cuantas, atravesando y cerrarla con cuidado. Ninguno estuvo dispuesto a decir algo, pero cuando Siwon besó a HeeChul y él cerró los ojos complacido con aquello.





Las cosas estaban sobre entendidas, por que no necesitaban demasiadas palabras para saber, que ambos estaban dispuestos a comenzar su historia. Y que no importaba a que paso, por que cada cambio tan solo lograba acercarlos un poco más.





…Al punto de sentir, que podían empezar a creer, en un amor que sobrepasaba el tiempo y la distancia, contrario a lo que la sociedad de hoy podía creer. El amor, finalmente, para ellos si existía. Y estaba representado en su historia.

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